El geólogo marino Salvador Aliotta, investigador del Instituto Argentino de Oceanografía, explicó que las 200 millas estipuladas para la soberanía de los países ribereños sobre el mar “constituyen un límite geográfico, no geológico”.
“El hecho de que haya una capa de agua sobre el terreno marca apenas un instante en la historia geológica, pero el continente se prolonga bajo el mar y todo lo que hay en el suelo y el subsuelo del territorio continental puede hallarse también bajo el suelo marítimo”, añadió Aliotta.
El experto recordó que varias empresas petrolíferas ya explotan cuencas de hidrocarburos en aguas argentinas, de las que extraen petróleo y gas, y anticipó que se explora también la posibilidad de extraer gas metano congelado, un combustible localizado a más de mil metros de profundidad.

Pero en las profundidades marítimas hay también otros minerales: hierro, zinc y otros de uso industrial estratégico, como nódulos
polimetálicos de manganeso, costras de cobalto o sulfuros, cuya explotación se hace más posible a medida que se desarrolla la tecnología, dijo.La nueva jurisdicción no incorporará la columna de agua y, por lo tanto, tampoco los recursos pesqueros de la zona. Sin embargo, hay recursos vivos que forman parte del lecho marino.En algunas zonas no muy profundas hay especies que viven en contacto con el lecho, como los mejillones (
Mytilidae) o las vieiras (
Pectinidae). Pero también hay áreas de recursos genéticos con un gran potencial de aprovechamiento en la industria farmacéutica, explicó la fuente cercana al informe.Es necesario ser muy cautos con estas especies “extremadamente poco conocidas”, dijo al ser entrevistado el médico
Claudio Campagna, del Centro Nacional Patagónico, y director ejecutivo del proyecto Modelo del Mar, de conservación sustentable del mar Patagónico.“Los ambientes bentónicos –sobre el lecho– más allá de las 200 millas son desconocidos desde la perspectiva de la
biodiversidad, pero se espera que justamente por ello tengan un profundo valor para la biología”, alertó
Campagna, biólogo doctorado en la Universidad de California.“En el talud existen cañones transversales que unen la plataforma con la cuenca oceánica, que requieren ser evaluados desde la perspectiva de la diversidad y la conservación”, ejemplificó.Pero para el experto, colocar estos recursos bajo jurisdicción argentina puede ponerles un marco administrativo más estricto al que tienen hoy como parte de las aguas internacionales

.“El estado actual de las cosas no facilita el control. En cambio, en el marco de los intereses soberanos se logran avances que son más difíciles en el difuso escenario de las aguas internacionales”, explicó.“Esto podría ser beneficioso sólo si sobre estos recursos se opera privilegiando la relevancia biológica”, pero “como éste no ha sido el caso hasta ahora en el mundo, el resultado seguirá siendo incierto”, opinó.Igual que Argentina, otros países ribereños preparan sus presentaciones ante la Convemar. Uno de ellos es Gran Bretaña, que no sólo planteará su pretensión de extensión de límites sobre la plataforma que rodea a sus islas, sino también en torno al archipiélago de Malvinas, en disputa de soberanía con Argentina.Las islas que Argentina reivindica como propias están ocupadas por Gran Bretaña desde el siglo XIX. Según los estudios técnicos, las Malvinas están dentro de la plataforma continental argentina. El informe de la Copla no se pronunciará respecto de este asunto.